jueves, 16 de junio de 2011

Un muy lindo testimonio

















"El 5 de enero, pocos minutos antes de la fiesta de la Epifanía del Señor, la H. María Angélica Nan, partía hacia la casa del Padre. El 4 de febrero hubiera cumplido 107 años. Llevaba más de ochenta en la Congregación, y hasta pocos meses antes de su muerte, hizo vida comunitaria, como las demás. Todo en ella fue “grande”: su edad, su físico, su corazón, el aprecio de los demás, el entusiasmo que siempre tuvo por poner a Cristo a la adoración de los pueblos, su acción de gracias continua, la misión que el Instituto le confió a lo largo de su vida, que incluyó muchos años en diver-sos países, y varias fundaciones." (sigue)