TRIDUO SANTA RAFAELA MARIA: DÍA 2

UNA MUJER DE ESPERANZA

Esperó porque supo aguardar el tiempo de Dios: sabía que Quien la conducía ha resucitado, o sea que a su tiempo llegaría la luz y la vida: no des-esperó; adivinó el sol detrás de las nubes y el amor detrás de los desencuentros. O sea, mujer de aguante, no por el aguante mismo sino por sabia, por percibir que ya, ya, ya, venía bailando la alegría detrás de los sinsentidos.

Esperó cuando animó a otras personas: prendió sonrisas en los tristes, propuso salidas a los desalentados, escuchó los dolores ajenos, escuchó las esperanzas de otras personas, sobre todo de sus hermanas, percibió las necesidades de su pueblo, de su mundo.

Esperó cuando emprendió grandes cosas y pequeñas cosas para "poner a Cristo a la adoración de los pueblos", cuando miró el futuro con esperanza, cuando sumó en vez de restar, cuando facilitó en vez de bloquear.

Esperó cuando ofreció la activa esperanza de lo que cada uno puede llegar a ser con la ayuda de los demás, y escuchó las esperanzas de cada persona, y armó una gran comunidad en función de esta puesta en común de las esperanzas de cada uno.

Y hoy derrama esperanza, y escucha la tuya y la mía, e intercede por las esperanzas de todos, y presenta a Dios con alegría y ternura nuestras necesidades... sabiendo y confiando en que Dios no frustra sino que regala.

¿Y cuál es tu esperanza?

¿Y qué inquietud querés confiar a Sta Rafaela para que ella

la ponga en el corazón de Dios, y Él te la cambie en alegría?

Esta imagen está en el Vaticano, en San Pedro. Rafaela María da esperanza a una niña
confiando en su capacidad de crecer
y ofreciéndole la Eucaristía, fuente de gracia, de ternura y de futuro.